Introducción a la educación infantil
El noventa por ciento de los cerebros de los niños están formados antes de cumplir los 6 años. El rápido crecimiento del cerebro en los primeros años “sienta las bases de lo que llegaremos a ser como personas”, afirma el Dr. Jack Shonkoff, director del Centro del Niño en Desarrollo de la Universidad de Harvard.
En el último medio siglo, los investigadores han aprendido cosas asombrosas sobre cómo y con qué rapidez se desarrolla el cerebro, una ciencia que ha revolucionado nuestra forma de ver a los niños pequeños y el aprendizaje. Los expertos han realizado estudios durante décadas sobre los programas de la primera infancia, que sugieren que las experiencias de un niño pequeño en la atención y educación tempranas pueden alterar la trayectoria de su vida.
No hace mucho tiempo, considerábamos a los niños pequeños como pizarras en blanco que no necesitaban aprender mucho antes de entrar en el jardín de infancia. Ahora sabemos que estimular el crecimiento del cerebro mucho antes del jardín de infancia puede tener un enorme impacto en su futura educación, sus futuros ingresos e incluso su futura salud.
Desde el momento en que se nace, se forman un millón de conexiones neuronales por segundo en todas las partes del cerebro, dice el Dr. Jack Shonkoff, director del Centro del Niño en Desarrollo de la Universidad de Harvard. Ese crecimiento cerebral temprano, increíblemente rápido, construye “los cimientos de lo que seremos como personas”.
Artículos sobre educación infantil
La atención y educación de la primera infancia (AEPI), que abarca el periodo comprendido entre el nacimiento y los 8 años, es importante porque aprovecha un periodo de rico desarrollo cerebral para los niños y, cuando es de buena calidad, puede ayudarles a alcanzar su pleno potencial. Puede sentar las bases de una buena salud y nutrición, del aprendizaje y el éxito educativo, del aprendizaje socio-emocional y de la productividad económica a lo largo de la vida. A pesar de la evidencia de estos beneficios para el desarrollo social, humano y económico, a menudo se le sigue dando poca prioridad en las políticas e inversiones educativas y, cuando existe, puede excluir a los grupos marginados. La AEPI tiene su propia vulnerabilidad, ya que gran parte de ella se imparte de forma privada.
Como muestra de la disparidad, en todo el mundo el 75% de los niños estaban matriculados en la enseñanza preescolar un año antes de la edad oficial de acceso a la primaria en el curso escolar que finalizó en 2019, pero en el África subsahariana y en el norte de África y Asia occidental la tasa era de aproximadamente el 50% (informe GEM 2021).
Aunque algunos países adoptaron medidas para apoyar a las familias, los cuidadores y los niños, como el apoyo financiero, el asesoramiento psicológico y los servicios de atención infantil de emergencia para los voluntarios de primera línea, la educación preescolar quedó relativamente desatendida en comparación con otros niveles educativos.
Importancia de la investigación en la educación infantil
Los cerebros de los niños se construyen, momento a momento, mientras interactúan con su entorno. En los primeros años de vida se forman más de un millón de conexiones neuronales por segundo, un ritmo que nunca se repite. La calidad de las experiencias tempranas de un niño marca una diferencia decisiva en el desarrollo de su cerebro, proporcionando bases sólidas o débiles para el aprendizaje, la salud y el comportamiento a lo largo de la vida.
La primera infancia ofrece una oportunidad decisiva para configurar la trayectoria del desarrollo integral del niño y sentar las bases de su futuro. Para que los niños alcancen todo su potencial, como es su derecho humano, necesitan atención sanitaria y nutrición, protección contra los daños y una sensación de seguridad, oportunidades de aprendizaje temprano y una atención receptiva -como hablar, cantar y jugar- con padres y cuidadores que los quieran. Todo esto es necesario para nutrir el cerebro en desarrollo y alimentar el cuerpo en crecimiento.
Para muchos millones de los niños más desfavorecidos del mundo -como los que viven en la pobreza o se ven afectados por conflictos y crisis, los niños que se desplazan, los que pertenecen a comunidades que sufren discriminación y los niños con discapacidades- a menudo perdemos esta oportunidad.
Ensayo sobre la importancia de la educación infantil
Ayudar al desarrollo del cerebro de los niños pequeñosEl cerebro de los niños está influenciado tanto por sus genes como por su entorno. Los bebés nacen preparados para aprender, y alrededor del 90% del desarrollo cerebral se produce en los primeros cinco años de vida. Los primeros años son importantes, ya que el crecimiento del cerebro está fuertemente influenciado por lo que ocurre en el entorno del niño y sus interacciones con las personas que le rodean.Las vías de la visión y la audición se desarrollan primero, seguidas de las primeras habilidades lingüísticas y las funciones cognitivas superiores. El vocabulario de un niño suele cuadruplicarse entre los dos y los cuatro años. Estas conexiones se hacen más complejas con el tiempo a medida que los niños crecen, e influyen en el desarrollo del cerebro para crear comportamientos positivos de aprendizaje desde una edad temprana.Las investigaciones muestran que los niños que participan en programas preescolares de calidad tienen más probabilidades de llegar a la escuela equipados con las habilidades sociales, cognitivas y emocionales que necesitan para ayudarles a seguir aprendiendo. Estos beneficios se extienden mucho más allá de la escuela primaria. Se han relacionado niveles más altos de éxito educativo, empleo y habilidades sociales con niveles moderados de participación en una educación infantil de calidad.
