Por que la accion educativa se denomina poder blando

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4De hecho, los seguidores de este movimiento religioso crearon una enorme red en todo el mundo. La red de escuelas se expandió de forma espectacular en los últimos 20 años, empezando por Asia Central (Balcı 2003) a principios de los 90, África y los Balcanes en la segunda mitad de los 90 y Estados Unidos y Europa desde finales de los 90 (Van Bruinenssen 2014). Los turcos comenzaron a establecer escuelas en África a partir de 1996, abriendo escuelas en más de 40 países subsaharianos.

7Una parte de los estudiantes de las escuelas turcas en África (cuya proporción varía según el contexto social, la fuerza financiera del movimiento en este país y las oportunidades educativas que se ofrecen a los nacionales allí) deciden cursar estudios universitarios en Turquía. ¿Es el éxito de lo que suele llamarse “poder blando turco”?

9A través de un estudio de caso concreto centrado en un aspecto de la influencia turca más allá de sus fronteras, la educación superior, este artículo cuestiona la pertinencia del uso del concepto de poder blando en los estudios centrados en las iniciativas turcas hacia el extranjero. Nye (2005) utilizó la educación superior como recurso de atracción ejemplar. En su libro Soft Power: The Means to Success in World Politics (2004), Nye se centra en los tipos de atracción que pueden desarrollar el poder blando. Según él, los tres principales vectores del poder blando son la cultura, la política exterior y los valores políticos. Divide la cultura entre la alta cultura (educación, arte, literatura), dirigida a las élites, y la cultura popular, dirigida al entretenimiento de las masas.

Cómo entender el poder – Eric Liu

Mis encuentros con la teoría política han estado determinados principalmente por la necesidad más que por la elección. Sin embargo, mi compromiso con la educación internacional ha sido una decisión muy consciente, posiblemente porque se ajusta a mi disposición. Lo interesante de la educación es que, aunque pueda considerarse “blanda”, también es un poder. La conceptualización de la educación como mecanismo de poder blando es un fenómeno que regaló al mundo Joseph Nye en la década de 1980. Se basa en la idea de que los países, en lugar de coaccionarse mutuamente para llevar a cabo determinadas acciones, son capaces de ejercer influencia mediante la exportación y la popularización de su cultura, siendo la educación uno de los principales vehículos para dicha difusión. En cierto modo, se trata de una estrategia consciente para hacer que los demás quieran lo que tú quieres, facilitada por un acto pacífico de compromiso educativo. Aunque invocar el pensamiento neoliberal inspirado en la filosofía positivista pueda parecer un intento de resucitar a los muertos, se trata de un enfoque relativamente novedoso para avanzar en las propias capacidades, como demuestra el hecho de que la mayoría de los países sigan confiando en arsenales más tradicionales.

El asombroso poder del retoque por separación de frecuencias en

El presente documento analiza el concepto y el índice de “poder blando”, examina el papel de la educación internacional como herramienta de “poder blando”, examina las estadísticas y los movimientos de los estudiantes internacionales en todo el mundo y analiza el caso de China.

En 1990, el teórico político de la Universidad de Harvard Joseph Nye describió el “poder blando” como la capacidad de obtener los resultados preferidos mediante la atracción en lugar de la coacción o los pagos. [1] Para reforzar su posición en la escena internacional y ganar cierto prestigio, así como para crear condiciones favorables para el desarrollo socioeconómico a largo plazo, un Estado utiliza una serie de herramientas de política exterior que implican tanto el poder duro como el blando. Pero los medios de poder duro, como las acciones militares o las sanciones económicas, son costosos; por eso las naciones prefieren el poder blando. El poder blando beneficia a un Estado independientemente de su tamaño: aunque a los Estados más pequeños les resulte difícil influir en el comportamiento de los más grandes, utilizan el poder blando para atraer a sus socios. [2]

Para promover una imagen pacífica y amistosa de su creciente economía, China utiliza su diplomacia pública, la cultura y la educación internacional como medios de poder blando. Desde la década de 1990, China ha establecido o normalizado sus relaciones diplomáticas con el mundo occidental, se ha acercado a las organizaciones multilaterales, ha resuelto muchas disputas territoriales, ha aumentado el número de visitas oficiales con socios estratégicos en el país y en el extranjero y ha modernizado sus medios de comunicación. Aunque algunos proyectos de infraestructuras en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) no inspiran confianza en muchos países debido a la corrupción en las naciones receptoras, los escasos beneficios para la población local y la insuficiente participación de las empresas locales en los proyectos chinos, la cultura tradicional china -con su larga historia y su amplio abanico de tradiciones- así como el idioma chino siguen siendo atractivos para los extranjeros. Por eso los dirigentes chinos prestan especial atención al poder blando cultural (文化软实力) y educativo (教育软实力).

Explicación de la acción y la potencia de la caña de pescar

En política (y en particular en política internacional), el poder blando es la capacidad de cooptar en lugar de coaccionar (a diferencia del poder duro). En otras palabras, el poder blando consiste en moldear las preferencias de los demás mediante el atractivo y la atracción. Una característica del poder blando es que no es coercitivo; la moneda del poder blando incluye la cultura, los valores políticos y las políticas exteriores. En 2012, Joseph Nye, de la Universidad de Harvard, explicó que con el poder blando, “la mejor propaganda no es la propaganda”, explicando además que durante la Era de la Información, “la credibilidad es el recurso más escaso”[1].

En este libro escribió: “cuando un país consigue que otros países quieran lo que él quiere podría llamarse poder cooperativo o blando en contraste con el poder duro o de mando de ordenar a otros que hagan lo que él quiere”[3] Desarrolló más el concepto en su libro de 2004, Soft Power: The Means to Success in World Politics[4].

Joseph Nye introdujo el concepto de “poder blando” a finales de los años 80.[5] Para Nye, el poder es la capacidad de influir en el comportamiento de los demás para obtener los resultados que uno desea. Hay varias formas de conseguirlo: puedes coaccionarlos con amenazas; puedes inducirlos con pagos; o puedes atraerlos y cooptarlos para que quieran lo que tú quieres. Este poder blando -conseguir que los demás quieran los resultados que uno desea- coopta a las personas en lugar de coaccionarlas[3].

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