La naturaleza del conocimiento en la educación
De izquierda a derecha, desde arriba: Conferencia en la Facultad de Ingeniería Biomédica de la Universidad Técnica Checa, en Praga (República Checa); Escolares sentados a la sombra de un huerto en Bamozai, cerca de Gardez, provincia de Paktia (Afganistán); Estudiantes participantes en la competición de robótica FIRST, en Washington, D.C.; Educación infantil a través de USAID en Ziway (Etiopía).
La educación es una actividad orientada a la consecución de determinados objetivos, como la transmisión de conocimientos o el fomento de habilidades y rasgos de carácter. Estos objetivos pueden incluir el desarrollo de la comprensión, la racionalidad, la bondad y la honestidad. Varios investigadores destacan el papel del pensamiento crítico para distinguir la educación del adoctrinamiento. Algunos teóricos exigen que la educación tenga como resultado una mejora del estudiante, mientras que otros prefieren una definición neutral de valores del término. En un sentido ligeramente diferente, la educación también puede referirse, no al proceso, sino al producto de este proceso: los estados mentales y las disposiciones que poseen las personas educadas. La educación se originó como la transmisión del patrimonio cultural de una generación a otra. Hoy en día, los objetivos de la educación abarcan cada vez más nuevas ideas, como la liberación de los alumnos, las habilidades necesarias para la sociedad moderna, la empatía y las habilidades profesionales complejas.
Significado del conocimiento en la educación
Tabla de contenidosOpciones políticas prometedoras- Definir un marco de conocimientos y habilidades requeridos para todos los que acceden a la profesión docente- Calidad de la formación previa al servicio de los profesores y pruebas de dominio de los contenidos- Evaluar el dominio de los contenidos de los profesores en las nuevas contrataciones- Desarrollo profesionalOtras opciones políticas- Formación de los profesores en servicio- Evaluar el dominio de los contenidos de los profesores a través de las evaluaciones de rendimiento en servicioOpciones políticas para mejorar la Equidad y la Inclusión- Políticas sensibles al género- Políticas para los niños con discapacidades- Políticas para las poblaciones desplazadas y las comunidades de acogida- Políticas para las poblaciones minoritarias- Políticas para los huérfanos y vulnerables Políticas para los niños con discapacidades – Políticas para las poblaciones desplazadas y las comunidades de acogida – Políticas para las poblaciones minoritarias – Políticas para los huérfanos y las poblaciones afectadas por el VIH – Políticas para los pastores y las poblaciones nómadas
Varios estudios han demostrado que el conocimiento de los contenidos por parte de los profesores tiene efectos positivos significativos en el rendimiento de los alumnos. Sin embargo, los profesores de muchos países del mundo siguen careciendo de parte de los conocimientos de contenido necesarios para su enseñanza. Por ejemplo, una investigación realizada en 2017 por el Banco Mundial en siete países del África subsahariana -que representan cerca del 40% de la población total de la región-, reveló que “solo uno de cada diez profesores de cuarto grado domina el plan de estudios de lengua de sus alumnos, y cerca de una cuarta parte de los profesores fracasa en tareas sencillas (como restar números de dos dígitos para los profesores de matemáticas…)” (Bold et al., 2017: 3).
Tipos de conocimiento en la educación
El término conocimiento del contenido se refiere al conjunto de conocimientos e información que los profesores enseñan y que se espera que los alumnos aprendan en una determinada asignatura o área de contenido, como lengua inglesa, matemáticas, ciencias o estudios sociales. El conocimiento de los contenidos se refiere generalmente a los hechos, conceptos, teorías y principios que se enseñan y aprenden en cursos académicos específicos, más que a las habilidades relacionadas -como la lectura, la escritura o la investigación- que los estudiantes también aprenden en la escuela.
Aunque el término puede ser considerado por algunos como una jerga innecesaria, el uso del “conocimiento de los contenidos” ha crecido significativamente en las últimas décadas, en gran parte porque los educadores ahora utilizan comúnmente el término como una forma abreviada de articular una distinción técnica útil entre “conocimiento” y “habilidades” (véase el Debate más adelante para una mayor discusión).
En las últimas décadas, a los profesores de las escuelas públicas se les ha exigido, en la mayoría de los casos, que obtengan una certificación en la materia que enseñan, lo que puede requerir una educación y una formación superior a un título universitario de cuatro años. Muchos profesores obtienen un máster en educación o en un campo académico específico, como la biología, la química o la física, por ejemplo.
Ejemplos de aprendizaje basado en el conocimiento
En su libro Turning Learning Right Side Up: Putting Education Back on Track, los autores Russell L. Ackoff y Daniel Greenberg señalan que el sistema educativo actual tiene graves defectos: se centra en la enseñanza y no en el aprendizaje. “¿Por qué hay que pedir a los niños -o a los adultos- que hagan algo que los ordenadores y equipos afines pueden hacer mucho mejor que ellos?”, se preguntan los autores en el siguiente extracto del libro. “¿Por qué la educación no se centra en lo que los humanos pueden hacer mejor que las máquinas y los instrumentos que crean?”.
La educación tradicional se centra en la enseñanza, no en el aprendizaje. Asume incorrectamente que por cada onza de enseñanza hay una onza de aprendizaje por parte de los que reciben la enseñanza. Sin embargo, la mayor parte de lo que aprendemos antes, durante y después de asistir a la escuela se aprende sin que se nos enseñe. Un niño aprende cosas tan fundamentales como caminar, hablar, comer, vestirse, etc., sin que se le enseñen estas cosas. Los adultos aprenden la mayor parte de lo que utilizan en el trabajo o en el ocio mientras están en el trabajo o en el ocio. La mayor parte de lo que se enseña en las aulas se olvida, y gran parte de lo que se recuerda es irrelevante.
