Aprovecharse de los sentimientos de alguien
El director de una gran división de una multinacional dirigía una reunión dedicada a la evaluación del rendimiento. Cada alto directivo se levanta, pasa revista a las personas de su grupo y las evalúa para su promoción. Aunque había mujeres en todos los grupos, ninguna de ellas pasó el corte. Uno tras otro, cada directivo declaró, en efecto, que todas las mujeres de su grupo no tenían la confianza en sí mismas necesaria para ser ascendidas. El jefe de división empezó a dudar de sus oídos. ¿Cómo podía ser que todas las mujeres con talento de la división padecieran falta de confianza en sí mismas?
Lo más probable es que no fuera así. Pensemos en las muchas mujeres que han abandonado grandes empresas para crear sus propios negocios, mostrando obviamente la suficiente confianza en sí mismas como para tener éxito por sí solas. Los juicios sobre la confianza sólo pueden inferirse de la forma en que las personas se presentan a sí mismas, y gran parte de esa presentación es en forma de charla.
El Director General de una gran empresa me dijo que a menudo tiene que tomar decisiones en cinco minutos sobre asuntos en los que otros pueden haber trabajado cinco meses. Si la persona que hace la propuesta parece segura de sí misma, el Director General la aprueba. Si no, dice que no. Puede parecer un planteamiento razonable. Pero mi campo de investigación, la sociolingüística, sugiere lo contrario. Es evidente que el director general cree saber cómo suena una persona segura de sí misma. Pero su juicio, que puede ser totalmente correcto para algunas personas, puede ser totalmente erróneo para otras.
Aprovechar la generosidad
Algunas personas se permiten ser felpudos debido a sus propias inseguridades y a su baja autoestima. Temen el rechazo, por lo que permiten que los demás violen sus límites personales con la esperanza de ser apreciados y queridos. Intentan obtener validación cediendo a peticiones poco razonables. En efecto, están obteniendo su validación de otros en lugar de confiar en Dios para que los afirme.
No hay nada malo en decir no, poner límites, ser asertivo o desarrollar el respeto por uno mismo. De hecho, hacer todas estas cosas evita que te vuelvas resentido. Trabaja para ser más asertivo y establecer límites con otras personas para que no te encuentres en una posición resentida. Hay una línea muy fina cuando se trata de ayudar a la gente y de que te falten al respeto o se aprovechen de ti.
Debemos dejar de sentirnos culpables por decir “no” adecuadamente. A veces, estamos permitiendo la irresponsabilidad de los demás y eso no ayuda. El miedo arraigado en el deseo de que los demás nos quieran, nos aprecien o nos necesiten, puede llevarnos a rescatar a quienes deberían sufrir sus propias consecuencias. Eso se llama habilitar, y no es un tipo de ayuda saludable. Cuando se establecen límites adecuados, se evita el resentimiento y se obliga a los demás a asumir la responsabilidad de sus actos. Cuando te pidan que violes un límite, ten el poder de adoptar una postura con un educado “no”.
Se han aprovechado de mí
Toda mi vida se han aprovechado de mí porque no sé decir que no. De niña tenía problemas de dicción (no sabía decir las erres y las eses) y me resulta difícil comunicar lo que pienso, en el sentido de decir las palabras adecuadas para expresar lo que quiero decir. Cuando se supone que tengo que decir “no”, no encuentro las palabras y suelo quedarme callada hasta que pasa el momento. Hice carrera en el escenario actuando para no tener que hablar con la gente. Me licencié en Kinesiología en la universidad… imagínate… Cuando intento explicarme, tiendo a mostrarme físicamente o con fotos, mapas, etc. para explicar lo que quiero decir. Me cuesta retener información a través del lenguaje cuando hablo con otros o aprendo en la escuela.. Soy un aprendiz más kinestésico que auditivo o visual. Me lleva tiempo procesar la situación y cómo reaccionar ante ella verbalmente.. un ejemplo es si alguien está a punto de tropezar con algo en el suelo, lo movería físicamente para evitar el objeto antes de hablar “cuidado..”. Me siento como si mi cerebro no procesara lo suficientemente rápido.
Cuando alguien se aprovecha de tu buena naturaleza
Me cobró el precio de la limpieza de toda la casa a pesar de que yo sólo alquilaba una habitación de la casa. Y me cobró algo que ya estaba estropeado cuando me mudé, alegando falsamente que era yo quien había dañado el objeto.
Aunque te encuentres en una situación en la que la otra persona tiene el control, puedes defender tu posición. Puedes intentar que la otra persona vea tu punto de vista y tal vez negociar un acuerdo.
Si la otra persona tiene un poder total o casi total sobre la situación y se niega a ceder o negociar, probablemente sea mejor que tomes el camino más alto y mantengas tu integridad.
Puede que nos sintamos indefensos en estas situaciones, pero la realidad es que no lo somos en absoluto. La próxima vez que te encuentres en una situación en la que alguien se esté aprovechando de ti, te animo a que hagas una pausa y decidas conscientemente cómo quieres manejar la situación.
Acerca de Ed HerzogEd Herzog es un life coach cuya misión es ayudar a las personas a descubrir una trayectoria profesional auténtica, que les permita utilizar sus talentos y pasiones para hacer una contribución positiva al mundo. Si estás buscando una trayectoria profesional auténtica, puedes empezar hoy mismo descargándote su guía GRATUITA: 10 preguntas poderosas para descubrir el propósito de tu vida.
