Qué significa educación ciudadana

Tipos de ciudadanía

La ciudadanía ha sido el concepto central de la educación en estudios sociales desde principios del siglo XX. Los documentos del plan de estudios de Saskatchewan afirman que “el papel de la educación en estudios sociales es ayudar a los alumnos a desarrollar los valores y actitudes, conocimientos y comprensión, y habilidades y procesos necesarios para convertirse en ciudadanos activos y responsables, comprometidos en la práctica de los ideales democráticos y conscientes de su capacidad para efectuar cambios. Los estudios sociales apoyan la ciudadanía activa y responsable” (Plan de estudios de Saskatchewan, s.f.-b). A pesar de este ideal para el desarrollo de habilidades y disposiciones ciudadanas, Levine (2012) sugiere que las políticas y prácticas actuales del sistema educativo se han centrado en el desarrollo del trabajador a expensas del desarrollo del ciudadano. La enseñanza explícita a través de una lente de ciudadanía se centra en el papel declarado de los planes de estudios sociales de Saskatchewan. La intención de gran parte de la educación para la ciudadanía es formar a un “buen” ciudadano, lo que plantea la pregunta: ¿qué es un “buen” ciudadano? Los intentos de articular la respuesta a esta pregunta conducen a la raíz de los modelos y prácticas para desarrollar los conocimientos, habilidades y disposiciones de la ciudadanía. Schugurensky (2005) sugiere que:

¿Cuál es el origen de la ciudadanía?

El compromiso cívico, como idea, se basa en aspectos normativos. La educación que permite a las personas comprometerse fomenta aquellas habilidades que permiten a las personas convertirse en ciudadanos activos y responsables en una sociedad que respeta los derechos y el compromiso de sus individuos y los valores democráticos fundamentales.

  Cuál es la administración educativa

Las definiciones presentan grandes solapamientos y diferencias al mismo tiempo. Esto se debe a que los Estados, las organizaciones o la UE promueven su idea de una definición concisa a partir de su contexto[1] Los que siguen la idea de que la educación debe contribuir al desarrollo democrático vinculan la misión de la educación para la ciudadanía a la democracia y los derechos, como el Consejo de Europa:

“Por educación para la ciudadanía democrática se entiende la educación, la formación, la sensibilización, la información, las prácticas y las actividades que tienen por objeto, dotando a los alumnos de conocimientos, competencias y comprensión y desarrollando sus actitudes y comportamientos, capacitarles para ejercer y defender sus derechos y responsabilidades democráticos en la sociedad, valorar la diversidad y participar activamente en la vida democrática, con vistas a la promoción y protección de la democracia y el Estado de Derecho.”

¿Qué es la educación para la ciudadanía?

La ciudadanía implica que las personas trabajen juntas para marcar diferencias positivas en la sociedad en la que viven, a escala local, nacional y mundial. Este proceso es bueno para las personas y esencial para fortalecer y salvaguardar nuestra sociedad y nuestro modo de vida democrático.

La educación para la ciudadanía implica desarrollar los conocimientos, las capacidades y la confianza que permitan a las personas tomar sus propias decisiones y asumir la responsabilidad de sus propias vidas y comunidades. Y en muchos países -donde la sociedad democrática y sus instituciones se enfrentan a amenazas- la educación para la ciudadanía es cada vez más importante.

  Cuál es el nivel educativo

La ciudadanía es una asignatura obligatoria en el plan de estudios nacional de secundaria en Inglaterra, y es uno de los elementos que supervisa el organismo regulador de las escuelas, Ofsted. Lleva ahí desde 2002.

“La ciudadanía es más que una asignatura. Si se enseña bien y se adapta a las necesidades locales, sus competencias y valores mejorarán la vida democrática de todos nosotros, tanto los derechos como las responsabilidades, empezando en la escuela e irradiando hacia fuera”.

Importancia de la ciudadanía

La ciudadanía implica que las personas trabajen juntas para marcar diferencias positivas en la sociedad en la que viven, a escala local, nacional y mundial. Este proceso es bueno para las personas y esencial para fortalecer y salvaguardar nuestra sociedad y nuestro modo de vida democrático.

La educación para la ciudadanía implica desarrollar los conocimientos, las capacidades y la confianza que permitan a las personas tomar sus propias decisiones y asumir la responsabilidad de sus propias vidas y comunidades. Y en muchos países -donde la sociedad democrática y sus instituciones se enfrentan a amenazas- la educación para la ciudadanía es cada vez más importante.

La ciudadanía es una asignatura obligatoria en el plan de estudios nacional de secundaria en Inglaterra, y es uno de los elementos que supervisa el organismo regulador de las escuelas, Ofsted. Lleva ahí desde 2002.

  Qué educación intercultural para nuestra escuela jordan

“La ciudadanía es más que una asignatura. Si se enseña bien y se adapta a las necesidades locales, sus competencias y valores mejorarán la vida democrática de todos nosotros, tanto los derechos como las responsabilidades, empezando en la escuela e irradiando hacia fuera”.

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